1. Tener claridad en tu propósito. Necesitas ser específico y saber
exactamente lo que quieres, saber quién eres y para qué Dios te ha
llamado.
2. Estar comprometido. Necesitas responsabilizarte realmente de lo que quieres
3. Hablar de tus sueños. Busca tenerlos siempre presente,
contándoselos a los demás, planificando y pidiendo ayuda
4. Escribirlos en un papel en tiempo presente y en primera persona
como si ya se hubieran hecho realidad. Con todos los detalles que
puedas.
5. Diseñar un plan de lo que podrías ir haciendo cada día para acercarte a ellos
6. Empezar por una acción no importa lo pequeña que sea. No te olvides
que un viaje de mil kilómetros comienza con un solo paso
7. Realizar declaraciones a diario diciéndote a ti mismo lo que
necesitas escuchar. Reconociendo tu capacidad y tus talentos.
Repitiendo "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece".
8. Revisar cada día lo que haces y buscar enfocarte en lo que quieres
9. Reconocer y celebrar cada minúsculo avance que tengas
10.. Empezar, continuar, seguir, reanudar, porfiar, reiniciar,
machacar, pedir, reclamar, empeñarse, reiterar, obstinarse reincidir,
insistir, perseguir y perseverar en tus sueños.
11. Aprender de los fracasos. Practicar la resiliencia.
12. Volver a empezar las veces que sea necesario...
