Vale la pena intentarlo,
nos lo grita el corazón,
nos hemos amado tanto,
sería tan triste dejarnos,
vale la pena intentarlo,
después ya tarde será,
seremos dos solitarios,
ya nada nos quedará.
Tirar tantos sueños,
matar nuestras vidas,
derramar el vino,
de la felicidad,
cruzarnos de brazos,
al ver que agoniza,
este amor que es más, que la vida misma.
Se morirán tantas palabras,
de amor sin pronunciar,
y tantos besos, que nunca nos podremos dar,
se morirán tantas caricias,
que jamás nacerán,
y tantas noches de amor,
que nunca llegarán.
Tirar tantos sueños,
matar nuestras vidas,
Hola, se mostrara de casi todo, no importando los temas, se aceptan sugerencias y/o aportaciones. Donde la espontaneidad es una característica, donde ELLAS son lo ÚNICO... P - SW S - El que pregunte comprenderá... ÉXITO. "Para alcanzar algo que nunca has tenido, tendrás que hacer algo que nunca hiciste". Concéntrate en esta frase... "La Voluntad de Dios no te llevará donde la Gracia de Dios no te proteja". Algo bueno te sucederá hoy; algo sobre lo cual has esperado noticias.
sábado, 12 de abril de 2008
Vale la pena
miércoles, 9 de abril de 2008
El Rey y el Clavel
El Jardín del Rey
Un rey fue hasta su jardín y descubrió que sus árboles, arbustos y flores se estaban muriendo.
El Roble le dijo que se moría porque no podía ser tan alto como el pino.
Volviéndose al Pino, lo halló caído porque no podía dar uvas como la Vid.
Y la Vid se moría porque no podía florecer como la Rosa.
La Rosa lloraba por no ser fuerte y sólida como el Roble.
Entonces encontró una planta, un Clavel floreciendo y más fresco que nunca.
El rey le preguntó:
- ¿Cómo es que creces tan saludable en medio de este jardín mustio y
umbrío?
La flor contestó:
- No lo sé. Quizás sea porque siempre supuse que cuando me plantaste, querías claveles. Si hubieras querido un Roble, lo habrías plantado. En aquel momento me dije: "Intentaré ser Clavel de la mejor manera que pueda" y heme aquí el más hermoso y bello clavel de tu jardín. Somos esto que somos. vivimos marchitándonos en nuestras propias insatisfacciones, en nuestras absurdas comparaciones con los demás: "Si yo fuera" "si yo tuviera" "si mi hombre fuera".
Siempre conjugando el futuro incierto en vez del presente concreto, empecinados en no querer ver, que la felicidad es un estado subjetivo, voluntario.
Podemos elegir hoy, estar felices con lo que somos, con lo que tenemos; o vivir amargados por lo que no tenemos o no puede ser. Sólo podremos florecer el día que aceptemos que somos lo que somos, que somos únicos y que nadie puede hacer lo que nosotros vinimos a hacer